«Qué pesadita estás con el agua». Vale, vaaaaaale. Pero tiene una explicación: este año cambio Formentera por Londres y estoy aprovechando todas las horas de sol y mar que puedo.
El martes me acerqué a Pukas Barcelona para ver si me ayudaban con eso y con la morriña de Norte. Esta vez me acompañaron Míriam y Valentí. Míriam está igual que yo desde que volvimos de Zarautz y Valen, que ya había remado antes pero en Lanzarote, descubrió que si te mantienes encima de la tabla las medusas no te asustan.
Ver cualquier ciudad desde el mar lo cambia todo. Lo ves todo desde lejos, tomas distancia y cualquier problema importa menos. Relativizas. Y solo por eso ya merece la pena subirse a una tabla.
Marta se sumó al equipo a la hora de comer. Hamburguesas, mar, amigos, limonada y algo de terapia de grupo. Ni tan mal.
Me encantan las fotografías, y mira que no soy de mar… pero me has dado ganas de darme un chapuzón. <3